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Mientras el Dr. Renato contestaba mis preguntas, me di cuenta que había algo más que una respuesta, había historia, anécdotas que pueden transportarse o transferirse a una crónica y dicho esto, con un saludo de mano y agradecimiento partí de la oficina en el departamento de Modern Languages pensando que muchas veces no pensamos que los profesores también pasaron por dificultades para ser educadores, que también tomaron exámenes, hicieron presentaciones, hojas y hojas escritas a máquina, también se desvelaron y tuvieron noches sin dormir por causa de tareas y trabajos investigativos.
ENTREVISTA
Imagen cortesía de The Signal y archivo de Culturadoor.com
Por Lucía Álvarez
—Estudiante del curso “Periodismo y literatura: taller creativo”, California State University-Stanislaus—
Día de publicación 27-septiembre-2017
¿Alguna vez te has preguntado qué hay atrás de la persona que te está educando? ¡Sí!, del profesor que está frente a la pizarra, del ser humano, del hijo, hermano, del que también fue alumno, incluso padre de familia…
Cuando se trata de recopilar información uno de los sentidos que activo más es el del oído y en esta ocasión no fue la excepción. Mientras el Dr. Renato Alvim hablaba y me contaba partes claves de su vida cuando era estudiante, me dediqué a escuchar con atención y así se realizó esta entrevista.
El Dr. Renato me recibió con su peculiar sonrisa y amabilidad en su oficina del departamento de Modern Lenguages donde todos suelen ser muy cordiales en la Universidad de Stanislaus en Turlock, California.
Puedo confesar que la primera pregunta que le quería hacer al profesor era; ¿cómo sabe español? Ya que yo amo esta lengua por ser mi primer idioma. También me interesaba preguntar cómo es trilingüe porque me interesa la lingüística. Pero desistí y comencé con un saludo de buenos días en portugués: “Bon dia! profesor Renato”.
—¿Cuál es su nombre completo?
Renato de Souza Alvim.
—Pero es conocido como Renato Alvim o para sus estudiantes simplemente Renato. ¿Y su lugar de nacimiento?
Brasil, en un estado que se llama Minas Gerais al norte de Sao Paulo y al Noroeste de Río de Janeiro.
Ahora entiendo por qué el idioma portugués.
— ¿Cuál es su profesión?
Soy educador, completé mis estudios graduados aquí en los Estados Unidos, recibí una beca para una maestría en estudios secundarios. Cuando ya casi estaba terminando la maestría me enteré que en una universidad cerca de donde vivía, Indiana, enseñaban portugués y un amigo me dijo que tal vez podía dar clases ahí pero no tenía planes de quedarme porque la beca era por 22 meses.
— ¿ A qué se dedicaba cuando vivía en Brasil?
Era sicólogo y también enseñaba portugués.
—¿Qué clases está impartiendo en Stanislaus?
Dos clases de español y una de portugués.
—¿Dónde más ha dado clases?
En Alabama, Washington D.C. y aquí en California, en Stanislaus.
— Profesor, ¿cuántos idiomas habla?
Tres, portugués que es mi primer idioma, inglés porque en Brasil es un requisito aprender inglés y francés. Y español que es como la lengua prima del portugués.
—Ahora entiendo por qué sabe el inglés tan fluido. ¿Y por qué no considera que habla francés?
Porque ya no lo practiqué y lo perdí. Aunque sé algunas palabras pero no lo hablo fluido.
— Hablando de las lenguas derivadas del latín ¿estudió otra lengua?
¡Sí!, para obtener el doctorado tenía que tomar clases en otra lengua que no fuera inglés o español, mucho menos portugués porque es mi primer idioma y como había estudiado italiano hace muchos años, tomé un curso intensivo de cinco semanas de italiano y después tomé un examen como requisito.
— ¿Cuánto tiempo tiene radicando en los Estados Unidos?
Tengo quince años, con muchas dificultades pero aquí estoy.
— ¿Qué pasó cuando obtuvo su maestría?
Traté de obtener una beca para un doctorado en la universidad donde enseñaban portugués pero no me lo permitieron porque mi maestría era en estudios secundarios no en portugués. Pero me ofrecieron que si hacía una maestría en portugués me permitían hacer también el doctorado. Y tuve que decidir por una segunda maestría. Entonces los 22 meses se convirtieron en 10 años en estudios graduados.
— ¿Qué pasó después de su segunda maestría?
Cuando estaba estudiando para el doctorado (Ph. D.) en portugués tuve que aprender otra lengua. Tomé una clase en español, después continué con clases de literatura, cine y me gustó mucho. Nunca había estudiado español en Brasil. Cuando yo estaba en Brasil en la escuela secundaria, el español no era muy popular, hace como quince años se volvió popular.
— ¿Cuál ha sido una experiencia difícil en su camino por la educación?
La inmigración, como yo tenía visa de estudiante tenía que regresar a mi país y fue algo difícil porque yo había salido de Brasil ya por bastantes años, y como había tenido una beca estaba obligado a salir de este país después que terminara mis estudios. Pasé por la experiencia de ser como una persona mal querida o que no era bienvenida. Ya había terminado mis estudios aquí en Estados Unidos, ya había conseguido un empleo en la universidad pero no pude quedarme y tuve que dejar el trabajo.
— ¿Qué hizo cuando tuvo que salir de Estados Unidos?
Regresé a Brasil y fue una experiencia bonita porque conviví con mis familiares que ya tenía muchos años que no los miraba, y busqué empleo pero siempre pensando que después de dos años podía regresar a los Estados Unidos. Duré un año y medio sin poder conseguir empleo, y fue difícil porque nunca había dejado de estudiar o trabajar y menos por tanto tiempo. También fue difícil adaptarme porque ya tenía 11 años que no estaba en Brasil y todo era muy diferente.
— ¿Qué hizo cuando al fin pudo regresar a los Estados Unidos después de dos años?
Como yo sabía que después de dos años podría regresar, cuando estaba en Brasil seguía mandando solicitudes de empleo y me aceptaron en la universidad de Washington D.C.
—¿Cómo es que llegó a la universidad de Turlock, Stanislaus?
Siempre me gustó esta universidad, el ambiente, el departamento de lenguas. Siempre me han tratado muy bien.
—¿Qué le gusta de Turlock?
Me gusta el clima. También me recuerda a Brasil porque las personas salen a caminar o en bicicleta, todos se saludan.
— ¿Cuál sería una frase de motivación?
Cualquier paso ya es un principio para la conquista de un sueño.
— En una frase¿qué aconseja a los estudiantes?
Learning is never too much! Investir em educação è sempre um bom investimento! ¡Estudiar nunca es demasiado!
Mientras el Dr. Renato contestaba mis preguntas, me di cuenta que había algo más que una respuesta, había historia, anécdotas que pueden transportarse o transferirse a una crónica y dicho esto, con un saludo de mano y agradecimiento partí de la oficina en el departamento de Modern Languages pensando que muchas veces no pensamos que los profesores también pasaron por dificultades para ser educadores, que también tomaron exámenes, hicieron presentaciones, hojas y hojas escritas a máquina, también se desvelaron y tuvieron noches sin dormir por causa de tareas y trabajos investigativos. Incluso, alejarse de su familia, patria y amigos y que no hay nadie que nos pueda entender como estudiantes mejor que un profesor o alguien que nos pueda motivar o aconsejar. Ahora te digo: Felicita por ese camino tan largo que han pasado y agradéceles por la preparación que han obtenido para poderte educar. ¡Felicita y agradece a tu educador hoy!